Si ya viste la película Memorias de una Geisha, probablemente sea lo primero en lo que pienses al leer este post. Debo decir que la película tiene algo de cierto, sobre todo cuando se muestra el cómo eran las geishas anteriormente y el proceso por el que pasaban desde dejar sus casas siendo niñas hasta luego convertirse o no en una “buena geisha”.
¿Quiénes son las Geishas?
Geisha significa «artista». Ser Geisha es ser una persona que domina una gran cantidad de artes que son muy valorados para la entretención y el ocio en Japón. Las Geishas evolucionan desde las bailarinas que actuaban para los Samuráis. Las geishas propiamente dichas no deben confundirse con las antiguas cortesanas, ya que tradicionalmente entretenían al huésped, pero nunca se acostaban con ellos. De aquí, y a través de los siglos, el arte de las Geishas fue evolucionando resultando cada vez en papeles más complejos y un dominio de artes cada vez más complicados.
¿Cómo se decide ser Geisha?
El proceso ha ido cambiando con el paso de los años. Antes, eran muchas más las mujeres que elegían este trabajo para su vida o incluso eran obligadas a ello. Antiguamente cuando Japón estaba pasando por una enorme crisis económica, muchas familias decidían vender a sus hijas a las okiya (casas de geishas) para que tuvieran la posibilidad de crecer con mayores oportunidades o simplemente porque no podían costear la crianza.
Eso hoy no es una opción, actualmente las mujeres japonesas pueden elegir libremente si quieren pertenecer o no a una casa de geishas. La vida para llegar a ser una de ellas no es nada de fácil, deben mantener ciertos estándares de belleza y esforzarse muchos años para llegar a ser importante en el mundo que las rodea. Las chicas deben tomar la decisión siendo adolescentes, ya que la edad es un factor importante para empezar a aprender y ser valorada en el entorno. Una vez tomada la decisión, las familias deben aprobarlo o no. Algunas familias sienten orgullo de tener una hija geisha o se mantiene la tradición por generaciones, donde la abuela fue geisha, luego la mamá, la hija y así sucesivamente. Sin embargo, muchas familias prefieren que sus hijas no escojan ese oficio para sus vidas debido al gran sacrificio que deben realizar o simplemente porque quieren que ellas tengan una vida más libre y puedan estudiar en la universidad.
¿Dónde verlas?
Una de las opciones es en las calles de Gion en Kioto, ahí puedes ver como los clientes van llegando a buscar a las geishas y sus acompañantes en taxi a eso de las 18:00 horas. No es tan fácil verlas ni mucho menos obtener un buen retrato, ya que siempre caminan por las calles silenciosamente y a paso acelerado intentando pasar desapercibidas. Si tienes la suerte de encontrarte con una que anda de buenas o simplemente le gusta más posar para las fotos, puede que recibas una mirada a través del lente de la cámara. Ellas salen aproximadamente a esa hora no solamente porque los clientes pasan a buscarlas después del horario de trabajo, sino que también porque en días de verano deben cuidar su recargado maquillaje y vestuario de la transpiración.
En Gion, las geishas salen de una casa para entrar rápidamente a otra y a penas son vistas por los turistas se tornan el foco de la atención, son perseguidas para ser fotografiadas transformándose así en el alma de las calles.
Si no quieres correr o estar sentado esperando la llegada de una geisha, entonces puedes verlas en un salón de té en distintas ciudades, en lujosos restaurantes participando de un ozashiki (banquete en el cual geishas entretienen a sus clientes) o directamente puedes verlas actuando en el festival Gion Odori realizado cada año en otoño en la ciudad de Kioto (a este festival iremos en nuestro viaje grupal a Japón: la tierra del sol naciente)
¿Cómo es el proceso para llegar a ser Geisha?
Como las geishas son mujeres que trabajan en el mundo artístico, deben saber cómo comportarse en un evento, tener temas de conversación, ser educadas, practicar canto, baile, narración, tocar algún instrumento, inclusive algunas realizar algo de magia. Así como es caro contratar a un artista para un evento privado, contratar una geisha no es nada diferente, es decir, no es para cualquier bolsillo. Generalmente son contratadas para entretener en algunos eventos o a reuniones de negocios.
Para llegar a ser una de ellas, las adolescentes dejan de ver a sus familias por un tiempo y deben comenzar primero con tareas domésticas, limpiando la casa y atendiendo a las geishas que han alcanzado un rango mayor para luego ir, poco a poco, aprendiendo y llegar a ser cotizadas dentro del mundo artístico. Sin embargo, por mucho que se esfuercen, no todas llegan a ser importantes ni a alcanzar el nivel mayor de las geishas. Y para serlo, no solo deben renunciar a ver a sus familias, sino que también deben renunciar a tener una vida amorosa. Para las geishas es muy importante cuidar la reputación de la casa a la que pertenecen y si deciden casarse más adelante porque se enamoraron de alguien, en muchos casos deben abandonar la casa y por ende su trabajo. Como es un trabajo que requiere de una cierta edad para ser cotizada y de ciertos estándares de belleza, cuando pasan cierta edad muchas deciden llevar el mando de alguna casa de geishas y preparar a las siguientes generaciones.
Muchas veces las geishas van acompañadas de alguna mujer quien la ayuda con su vestuario, maquillaje o llevando sus cosas a los eventos. Las geishas generan una especie de hermandad con sus aprendices la cual se inicia a través de un ritual guiado por la okaasan (madre) donde anuncia a los espíritus sobre la futura relación en un santuario y luego beben sake de tres copas pequeñas. En ese momento, la geisha se compromete a cuidar de la hermana menor, debe presentarla en las casas de té donde trabaja, presentarla también a las distintas geishas y clientes, y así comenzar a hacer valer su nombre. La geisha o hermana mayor recibe un porcentaje de ganancia por ser la maestra de esta aprendiz y es la madre de la casa quien administra las ganancias de cada una.
Durante el día deben participar en clases de danza, canto, etc. y también enseñar a las aprendices de geisha, las cuales reciben el nombre de maiko. Las maiko se visten de una manera diferente y también su maquillaje difiere de una real geisha.
¿Por qué el vestuario y maquillaje?
Quizá les llame la atención su maquillaje, posturas, expresiones faciales y forma de caminar, pero todo tiene su razón de ser. Ellas caminan a pies juntos con los pies siendo levemente arrastrados hacia dentro, ya que es sinónimo de femineidad. De hecho, las niñas no tienen un problema en la columna vertebral o las piernas medio arqueadas de nacimiento, sino que deciden caminar y bailar de esa forma para así para ser más atractivas y femeninas.
Las geishas, incluso las aprendices, llevan sus caras pintadas de blanco, llegando hasta maquillar la parte trasera del cuello. Para los japoneses una de las partes más sexy de la mujer es el cuello y es por eso que las geishas utilizan el maquillaje para realzar y enmarcar esta parte del cuerpo. Su pelo siempre está recogido en un peinado que permita dejar el cuello a la vista y en este llevan algunos adornos floreados o metálicos como decoración. Generalmente no se las ve sonriendo, ya que el maquillaje blanco hace con que los dientes se vean amarillos. Antiguamente algunas geishas solían pintar sus dientes negros como símbolos belleza femenina, pero eso ya no es común. Van casi siempre serias o con cara de concentración y una que otra puede regalarte una pequeña sonrisa pero siempre con sus dientes ocultos.
Expectativas v/s realidad
Cuando pensaba en ir a ver a las geishas en Gion, me imaginaba que las iba a encontrar tal como en las películas, caminando por ahí tranquilamente, barriendo en el patio o paradas al lado de un árbol de sakura florecido en plena primavera, pero no, esa no es la realidad. Ellas cuidan mucho su imagen y son mujeres muy ocupadas. Si vas a Gion, prepárate para encontrar muchos turistas y tener algo de paciencia para poder fotografiar a alguna.
No creas que viajando por Japón vas a ver geishas por todas partes que vayas, más bien, es muy difícil verlas, ya que están en un par de ciudades y una de ellas es la hermosa Kioto. Una de las cosas que hizo que Kioto me encantara es el poder ir a un barrio tan lindo como Gion y ver a estas mujeres que siguen una tradición única en el mundo, con características tan particulares y con sus vestimentas y maquillaje que no vas a ver en otra parte.
Cuando ha pasado el peak de geishas por las calles, que no son muchas, y cuando los turistas se comienzan a ir a eso de las 18:30, vas a ver cómo las calles de Gion se van vaciando y puede que veas una que otra geisha caminando por ahí. Y eso sí es como estar en una película! Y realmente no vas a atener que pelear un espacio con un turista para verlas. Además, ir al festival de Gion Odori es una oportunidad realmente única de ver a las Geishas realizando sus performances, disfrutar de una ceremonia del té conducidas por ellas, y finalmente: ser realmente parte de esta cultura auténtica del Japón.
Cuidando el oficio de Geisha
Creo que su cuidado y distancia hacia los turistas es debido a la historia que les ha tocado vivir sobre todo relacionado con su reputación como les comenté anteriormente, que para ellas es de las cosas más importantes para ser una mujer de arte. Algunos japoneses aseguran que las geishas nunca tuvieron que ver con prostitución y que siempre practicaron arte, pero algunos otros plantean que muy antiguamente, algunas vendían su virginidad al mayor postor. No se sabe verdaderamente como fue la historia, pero es seguro que hoy las geishas no tienen relación alguna con prostitución ni con el término de damas de compañía. Se cree que luego de la Segunda Guerra Mundial y con la llegada de soldados estadounidenses, muchas prostitutas usaban el nombre de geishas para parecer más exóticas y atractivas para los soldados extranjeros, pero no eran geishas realmente. Esto para el mundo de las geishas fue un golpe duro porque hasta el día de hoy deben luchar aún más con el estigma que los extranjeros les han dado a estas mujeres de arte.
Sin más, espero que te haya gustado este pequeño artículo y que te haya acercado un poco más a este mundo de la cultura Japonesa. Un mundo que nos apasiona, y que estaremos felices de compartir con más viajeros durante la próxima salida en grupo a este fascinante destino.
Un abrazo y si te gustó, por favor déjanos un comentario aquí debajo, nos motiva a seguir!
11 comentarios en “El oculto mundo de las Geishas”
Muy bueno!! Gracias por compartir!
Hola Julia!! que bueno que te gustó el artículo. Sin dudas un mundo fascinante y totalmente diferente a lo que conocemos. Pronto se vienen más artículos de este tipo!! Saludos!!
Muchas gracias ! muy buena información ! Ojalá alguna nos regale una sonrisa en Kioto !!! Abrazos.
Hola Wilson!! Ahi estaremos, de seguro algo especial nos van a regalar. Un abrazo!!
Que interesante!!! Gracias por compartir! Sigan con estos articulos! Me encanto!!! 👏
Hola Ana!! Que bueno que te gustó! Pronto se vienen más!!! 🙂
Muy buen tema eligieron chicos. Es muy controvertido el papel de las geishas a lo largo de la historia. Sin dudas son personajes enigmáticos para nuestra cultura. A mi personalmente me cuesta ver con buenos ojos toda costumbre q implique un sometimiento, y en este caso veo q en sus orígenes se destinaba por necesidad a muchísimas niñas a este sacrificio, simplemente para satisfacer el entretenimiento de la clase más pudiente. La recompensa supuestamente era q terminabas siendo muy respetada socialmente, pero a qué precio?
Las diferentes culturas nunca dejan de sorprenderte, hay q abrir mucho la cabeza para tratar de entenderlas. Gracias por compartir sus experiencias!
Sin dudas que es así Carmen. Sucede que los comienzos de esta tradición se remontan a cuando el mundo era bastante diferente al actual (sin justificar). Vale aclarar que al principio habían «geishas» hombres y mujeres, y luego se fueron quedando solo las niñas. En un lugar donde la vida era muy dura, las Geishas venían de familias muy humildes que veian en esa profesión una vida mejor a la que quizá les tocaría si se quedaban viviendo en los campos donde a veces había que decidir a quien alimentar. Hoy en dia todo ha cambiado, y ya la profesión no es tan estricta … En fin, como dices tu, trata de poder dejar los prejuicios de lado e intentar al menos comprender las culturas diferentes a la nuestra, ya que el presente que viven es producto de acontecimientos pasados que son mucho más antiguos que incluso la «creación» de nuestros países.
Un abrazo!!
Si Martín, comparto totalmente lo que decís. Incluso estuve profundizando un poco más sobre el tema, leyendo más.
Está bueno generar estos espacios.
Vamo arriba!
Me resultó súper interesante el artículo. La verdad no tenía mucha idea. Creo igual que si bien forma parte de su cultura, es triste no tener libertad.
Besos.
Gracias Fabiana!! Sin dudas que es triste no tener libertad, es lo más valioso!! Que bueno que te haya resultado interesante el artículo, un abrazo!!