Hola a todos, en este post me permitiré una pequeña reflexión que hace tiempo ronda mi cabeza y que hoy quería compartir con cada uno de ustedes.
Personalmente, viajo desde que tenía 17 años, y a los 21 decidí hacer del “viajar” mi forma de vida. Hoy tengo casi 30 años, y a medida que he ido caminando por el mundo, también he visto un montón de cambios, sobre todo en lo que al concepto del “viajar” respecta.
Confieso que me hubiese gustado haber nacido en los años 60´, realmente me hubiese encantado haber sido un viajero en la época en que el mundo se sentía realmente grande, y en que los viajes se sentían como una peregrinación de la cual nunca se sabía si uno iba a volver o no.

De todas formas, tuve la “suerte” de haber empezado a viajar aun cuando la era de la tecnología no nos abrazaba tan fuerte, y algunos de mis mejores recuerdos son de cuando crucé Australia entera, visité a las tribus de Sumba en Indonesia o también cuando viaje por la India durante 6 meses saltando en trenes y buses. Viajes que se realice sin más conexión que alguna esporádica visita a algún cibercafé local (cuando era posible encontrarlos).
Sí, soy un enamorado de la “vieja escuela”, y por más que hoy uso la tecnología (y también soy un enamorado de ella), a veces añoro los viajes de cuando el mapa le ganaba al GPS, de cuando era mandatario sentarse en el bar a conversar con los viajeros y llevar una libretita para anotar los consejos que solamente el “boca a boca” daba, de cuando lo único que podías elegir era la comida local (y la comida Italiana no había invadido el mundo), y de cuando los viajeros caminaban con la mirada posada hacia el horizonte, (y no fija en la pantalla de su teléfono).

Durante años y años fui un ferviente detractor de plataformas como booking.com o Airbnb y es que con mis propios ojos vi como las familias que toda la vida habían rentado preciosos alojamientos en sus propias casas, se veían sobrepasados por herramientas que ellos, no sabían usar. Los viajeros pasaban por sus puertas mirando el GPS y buscando su alojamiento pre-contratado, mientras las personas que realmente brindaban la hospitalidad auténtica se quedaban con su sonrisa petrificada, y su té de bienvenida enfriándose.

Eran tiempos lindos, les confieso que fueron momentos preciosos. Disfrutábamos de vivir el presente, de conversar con los locales, de intercambiar con los viajeros, de sentarnos horas y horas a ver el mundo pasar… No había teléfonos que interrumpieran las conversaciones, y sobre todo, no existía esa urgencia casi viciosa de “querer que todos vean lo bien que la estoy pasando”.
De aquellos días hoy no tengo casi fotos, pero les confieso que las viví de forma tan intensa, que cada uno de esos momentos se ha guardado en mi corazón, y estoy convencido: han moldeado a la persona que hoy soy.

Y esta pequeña reflexión, me ha llevado a la pregunta. Martín, ¿qué significa para ti el viajar?
Confieso que desde que sentí lo que el “viajar” era me enamoré y que con cierta obsesión, me he dedicado durante 10 años a perseguir esas sensaciones una y otra vez.
Creo tanto en lo que el “viajar” me aporta, que como consecuencia me he alejado (físicamente) de mi familia y de mis amigos, he renunciado a ver a mis hermanos crecer, no he estado presente cuando los hijos de mis amigos nacen, me he perdido las fiestas e infinidad de cumpleaños … Sí, soy consciente de que “el viajar” me ha privado de muchos momentos que no van a volver, pero estoy tan convencido y satisfecho de lo que me ha dado a cambio, que nunca he mirado hacia atrás con lamentos.

Y respondiendo a la pregunta de qué significa para mí el viajar, creo que puedo dividir ese significado en dos aspectos bien fundamentales:
El primero es el intercambio cultural. Por más que estemos en pleno siglo de la globalización, créanme que el mundo está compuesto por un crisol casi inagotable de culturas diferentes. Personalmente, me llena muchísimo llegar a un lugar y ver cosas nuevas. En esos ambientes los sentidos se agudizan, y la mente se despierta. Palabras nuevas, formas de vestir diferentes, olores, colores, gestos, tradiciones, formas de comportamiento. En cada rincón del mundo hay un mundo nuevo para descubrir y estoy convencido de que el intercambio cultural es una de las mejores formas de abrir nuestro corazón. Es un camino que pudiendo, todos deberíamos recorrer, y que sin duda nos ayudaría a vivir en un mundo mucho más comprensivo y generoso.
El segundo aspecto que para mí define el “viajar” y que ha valido cada renuncia, es el desarrollo personal. La libertad de estar lejos de todo lo que conoces, es algo maravilloso. Cuando sales de tu “zona de confort” el alma se ensancha, te puedes liberar del rol del cual cumples en tu sociedad, salirte del personaje el cual has creado a través de los años y en el cual todos te identifican, dejarte llevar por un aire nuevo, poner tu mente en silencio y al fin, encontrar quien realmente eres.

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Y en este momento de la reflexión es donde encuentra su lugar el título de este post y me gustaría explicar por qué digo que – “El covid-19 es una oportunidad perfecta para «volver a viajar»-
Lo digo porque como viajero, y como guía de viajes, he sido testigo como durante los últimos años (sobre todo en los últimos 4 o 5 años), el “viajar” se había hecho tan popular y estaba tan “viralizado” que por momentos sentí que cada día ya quedaban menos viajeros, y en cambio cada vez más había más “turistas en lata”.
Quizá sea una mirada muy idealista, pero sentí que el “viajar” estaba perdiendo su esencia, que el wifi le había ganado al momento, y que el querer compartirlo todo había triunfado sobre al querer disfrutarlo. Fui testigo de como “la foto” le ganó a la conversación, y de como el “seguir”, le ganó al descubrir.
Si, el mundo se hizo “más pequeño” y lo bueno de esto es que cada vez más gente “viajaba”. Pero, a cambio (y lo he sufrido como organizador de viajes) vi como el 90% de las personas solamente querían ir a “donde todos iban”. Ya quedaban muy pocas personas dispuestas experimentar cosas nuevas, y la mayoría, solo quería sacarse “esa foto” que alguien ya se había sacado antes.

He visto como en lugares que poco tenían que ofrecer más allá de su fama, había filas enteras de gente preparada para sacarse una foto, mientras a tan solo unos kilómetros quizá había una aldea preciosa donde la gente seguía viviendo como hace siglos, y ya nadie los visitaba, simplemente porque “como no son conocidos”, la foto no sería tan popular.
Durante los pasados 4 o 5 años (y esto es una percepción personal), la gran mayoría de los “viajeros” solamente iba a donde iban todos. Los viajes express le ganaron a las experiencias, y el “demostrar que yo también estuve ahí” le había ganado a las verdaderas “ganas de estar ahí”.
Todo eso derivó en playas desbordadas de turistas, pueblos que se olvidaron de su comida para ofrecer tallarines con salsa, locales que dejaron su dialecto para hablar inglés, cadenas de hoteles que gracias a su acceso a internet destrozaron a las pequeñas casas de huéspedes locales, pueblos en los cuales ya únicamente quedaban ancianos y niños, viajeros que ya no conversaban entre ellos, y experiencias que ya poco tenían de espontáneas.

Mi fuero interno se debatía con furia y con mis grupos de DestinOriente realmente me esforzaba por demostrarles que el “viajar” si es bien aprovechado, aún podía regalarles momentos de intercambio cultural valiosísimos, y momentos de encuentro personal que en la vida diaria son muy difíciles de obtener….
La lucha era difícil pero creo que gracias al tipo de viajes grupales que ofrecemos (más lentos, visitando pueblos y aldeas, interactuando con los locales, etc), estamos logrando transmitir el concepto.
Y por eso, reflexionando sobre esta pandemia que ha sido devastadora para la industria del turismo (nosotros incluidos), creo que le he encontrado el lado positivo, y me inclino por pensar que luego de que la pandemia pase, más que nunca tendremos la responsabilidad de transmitir lo que realmente significa “viajar”.

Tengo la esperanza de que esta “pausa” haya servido para volver a darnos cuenta del valor que tiene “el viajar”. Me interesa que los viajeros vuelvan a estimar al intercambio cultural como un fin en sí mismo, de que nos demos cuenta de lo importante que es interesarse por el lugar a donde vamos, por su gente, por su idioma, por su religión, por sus tradiciones y costumbres. Creo firmemente que esta “pausa” puede devolvernos al momento en el cual el “viajar” significaba irse del mundo por unos días, salirse del rol … ¡sentirse libre!
Estoy convencido de que esta pandemia es una oportunidad realmente buena para volver a valorizar el viajar más lento, el salir de las ciudades para volver a los pueblos, el vivir el presente antes de compartirlo, y finalmente, poder ser conscientes de que el viajar realmente es una oportunidad para “vivir verdadera experiencia de intercambio cultural y crecimiento personal”.

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Y si llegaste hasta el final de esta extensa reflexión, primero me gustaría agradecerte por tu tiempo, y segundo, quiero invitarte a que en la sección de aquí debajo, en “comentarios” me puedas contar que te ha parecido, si estás de acuerdo, si te parece una locura y sobre todo que me cuentes:
¿Y para ti, que significa “viajar?
Muchas gracias,
¡Un abrazo!
Martín
19 comentarios en “El Covid-19, una oportunidad perfecta para «volver a viajar»”
Hola Martín…coincido con tu reflexión y especialmente con el título…durante esta pausa obligada he reafirmado mi visión acerca de las riquezas múltiples que ofrece esa experiencia…en muchas ocasiones me he sorprendido recordando viajes…una forma de sentido de vida pues descubres la amplitud y diversidad del mundo…
Hola Sonia!! MUCHAS gracias por tu tiempo en leer esta extensa reflexión. Me pone extremadamente feliz saber de tus sentimientos y de lo que «el viajar»también te ha transmitido. Sin dudas aquel viaje a India que vivimos juntos ha marcado recuerdos, así como todos los viajes que sabemos, has vivido. Un abrazo grande a la distancia y esperando verte pronto. Quizá en las montañas?? un abrazo!!
Increible lo q decis Martin, y seguramente es como lo relatas. Los momentos q vivimos pasando x esas pequeñas aldeas jamas me olvidare, comer arroz con la mano y los niños de esas aldeas lo felices q son! Felicitaciones x llevar ese espiritu de viajar y de compromiso con uno mismo para ser feliz👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
GRACIAS Dardo!! Me llena de sano orgullo saber que hayas entrado y leído este post!
Que momentos que vivimos en aquel viaje a los Himalayas! De tanta simpleza, nos llenamos de sabiduría. Esperando con ansias volver a vivirlo pronto, y haciendo todo lo posible para poder estar presente en Marzo para «Mera Peak». Un abrazo mi amigo, y GRACIAS!
Hola Martin, gracias por tu reflexion. Coincido contigo. Si para algo ha servido el covid es para frenar y para discernir que clase de vida quiero de aqui en adelante. Como quiero vincularme, usar el discernimiento y fumdamentalmente conectarse con uno mismo para saber si estamos sintonizados con el corazon, con lo que realmente somos. Todo parece que se ha lentificado, quizas sea para volver a conectarnos con lo verdadero, con lo esencial. Me gustaria algun dia poder compartir con Ustedes algunas de esas maravillosas y humanas experiencias! Gracias!
Hola Nancy!! Muchísimas gracias por leer el post, y por tomarte el tiempo para enviarme un comentario. Lo valoro un montón y me encanta saber como somos varios que vibramos esta energía. Las cosas «buenas» o «malas» no existen, y lo único que existe es lo que nosotros pensamos de ellas. Por eso mismo, sin dudas esta pandemia ha sido una oportunidad ideal para replantear valores, tomar distancia y ver con más perspectiva too lo que tu decís. Te agradezco enormemente tu tiempo y si, siempre bienvenida a sumarte a cualquiera de nuestros viajes. Todos están diseñados con mucho amor, y sobre todo con la premisa fundamental de «viajar para encontrarnos tanto con el entorno, como con nosotros mismos», Un abrazo!!
Hola Martin, me encantó tu reflexión y me sentí identificada en muchos aspectos, creo que esta pandemia solo activo más mi viajera interior, quisiera dejar todo y largarme a viajar, creo que nunca es tarde.
Hola Denisse!! GRACIAS por llegar al final del post y dejar tu comentario. Que bueno que te sentiste identificada con la reflexión. Fue un poco jugada y quizá en algún aspecto contradictoria, pero la idea era transmitir esas ganas que creo a muchos más esta pandemia les ha activado: las ganas de «volver a VIAJAR», de hacer ESO que siempre hemos soñado, y de darnos cuenta que la vida es AHORA y que aunque duela: ésta es la única chance que tenemos para vivirla.
Mi humilde consejo es que si siempre has soñado con dejar «todo» y largarte a viajar: lo hagas!! En el camino te encontrarás con un montón de posibilidades nuevas e inimaginables, y si sigues a tu corazón, de seguro se abrirán un montón de puertas inesperadas. Te dejo un abrazo y cualquier consejo que necesites nos puedes escribir un email o por el formulario de contacto y felices te compartimos lo que sabemos.
Un abrazo y nos vemos por acá!
Martin
Totalmente de acuerdo con tu post! Ojalá de esta pandemia sacáramos una mejor versión del mundo y de cada uno de nosotros! Espero poder vivir alguna experiencia con ustedes !
Hola Nora!! Que bueno verte por acá!! Si, lo que la pandemia saque de cada uno no depende de nadie más que de nosotros mismos. Así que es importante estar dispuesto a sacar algo positivo de todo esto 🙂 Un gran abrazo y siempre bienvenida! Nos encantaría recibirte por este lado del mundo!
Hola Martin, seguro todo lo que paso este año, nos ha hecho revalorizar la experiencia de viajar…no es solo el «conocer» un nuevo destino, sino vivirlo, tambien con el alma…el tiempo es el recurso mas valioso, entonces hay que sacarle el jugo a cada experiencia …
Hola Pame!! gracias por pasarte por el blog!! Y así es, ojalá este sea un pequeño llamado de atención para todos, y un recuerdo de que el tiempo no es eterno, y que no hay mejor momento para vivir los sueños que «ahora». Por eso mismo, creo que es fundamental entregarse en cuerpo y alma al momento, a la experiencia y «al viaje». Un abrazo ! Graciasss!!!
Muy bueno Martin, me alegra haber pertenecido a la generacion de esos locos viajeros que no hace tanto gastabamos nuestras botas caminando y nos perdiamos recorriendo lugares no recomendados. Ojala pueda caminar con ustedes por las montañas desconocidas en el Himalaya, a traves de tus relatos ya lo he hecho, abrazo grande
Pancho
Hola Pancho! ¡Que bueno verte por acá!! y que afortunados sin dudas de haber vivido esos momentos de gastar las botas mientras desdoblabas el mapa del bolsillo!! ¡Momentos para guardar en el recuerdo! Te mando un abrazo grande y esperándote para caminar juntos en los Himalayas. Cuando estés listo, nosotros acá estaremos. Un abrazo!!
Querido hijo, siempre te he dicho que tenés el don de saber transmitir tus vivencias de una forma muy especial , asi es cuando se habla desde el corazón.
La vida es un viaje ; y en ese viaje se nos presentan muchos cruces de caminos donde tenemos que optar. Y en toda opción dejamos cosas valiosas para tener otras también valiosas. Me hace muy feliz saber que miras para atrás y no te arrepentís de tus decisiones y opciones tomadas. Cada uno de nosotros tenemos la obligación de buscar la felicidad, con pasión y convicción ; los caminos son personales y no hay moldes para esto.
Comparto contigo que los viajes son momentos, son apretones de manos y charlas con desconocidos, son sonrisas gratuitas de niños , son olores y colores , comidas , músicas y paisajes. No es lo que fotografias ni lo que publicas en las redes, es lo que te traes en tu interior .
He tenido la dicha de poder viajar contigo y Pame al Campamento Base del Everest y a la India, dos viajes que me han marcado por completo y de los cuales nunca me olvidaré. Y espero poder seguir viajando y aprendiendo de tu sensibilidad para captar culturas , personas y momentos
Con inmenso orgullo , y – dado que los viajes ya no son solo de ida- deseando darte un fuerte abrazo pronto te mando un beso grande
Me llena de orgullo leerte y saberte feliz y haciendo lo que querés ; con pasión
Hola PAPÁ!!! Gracias por leer el post completo, aunque no me sorprende, ya que desde siempre has sido el gran apoyo que he tenido para poder cumplir todos mis sueños y seguir mi camino. Si algo me ha ayudado a ser fuerte en los momentos difíciles, eso ha sido el saber que pase lo que pase, tengo una familia que me espera en casa, y eso, es una sensación inigualable y por la cual si, podré recorrer medio mundo, pero la tierra es redonda, y cuando más me aleje, más cerca de casa estará la vuelta. La elección tomada me ha privado de momentos que no van a volver, y cientos de mates que no vamos a tomar, pero confío en que todo lo aprendido nos ayudará a que cada encuentro sea más valioso, y que cuando crie también a mis hijos, pueda enseñarles y transmitirles al menos la mitad de todo lo que vos y el abuelo me transmitieron: orgullo personal, honradez, humildad, honestidad, amor y familia por sobre todas las cosas.
Si, sin dudas el camino será de ida y vuelta, ya que por más que el mundo me sienta cómodo, no hay como los mates a la mañana con el viejo. Ninguna experiencia, momento, montaña o sensación podrá competir con eso. Un beso y esperando verlos más pronto que tarde!
Martin
Gracias!!
Muchas gracias Martín. Sin lugar a dudas, me considero un privilegiado por haber podido compartir con uds. inolvidables experiencias en Nepal, haber compartido con tantos lugareños, con Krishna, Milan, Lakpha, Rupkaji, Prabin, conocer y compartir sus estilos de vida, el ron nepalí que disfrutamos en el Camp Base, en fin… Ya volveremos. Como señalé en cada uno de los mensajes que compartíamos antes de emprender la marcha, nuestra vida ya no es la misma después de tantas experiencias removedoras.
Hola Jota! que bueno saber que leiste este post y que estuviste por la página de DestinOriente. Un orgullo! Que viaje ese de 2017! Fuimos afortunados, hoy ese camino se lo llevó por delante el progreso y ya no se puede hacer de esa forma. Aún así, todavía quedan lugares auténticos y sin duda el próximo Mera Peak nos llevará por ellos. Un abrazo grande, pronta recuperación, y que llegue Marzo!!
Martin